Zar

Zar, te escribo esto ahora por que es reciente, por que quiero que quede guardado en palabras ahora que aún estoy rodeado de tus cosas, de ese costal de croquetas que no te acabaste, de tu hueso amarillo que te gustaba tanto ese que me trajiste muchas veces para que te lo aventara aquí a 2 metros para salir corriendo tras el como si estuviera a veinte, ahora que aún tengo el sillón en el que dormías, y el escritorio en que solíamos pasar todo el día, yo trabajando y tu acompañándome, ahora que aun recuerdo como corrías dando vueltas super feliz. Lo escribo ahora que tengo aun presente tu cara, tus orejas que me gustaban tanto, tu lenguota, ahora que aun puedo cerrar los ojos y recordar claramente como era sentir tu pelo tan bonito, ese que termino cubriendo tu piel que llego a estar tan lastimada cuando te conocí, ese pelo que llego a cubrir toda casa algunos días.

Te escribo apenas unos días después de que te fuiste Zarecito, te escribo cuando no ha pasado una semana desde aquella ultima vez que me acompañaste a leer y regar el parque, a unos días de que te aventara tu ultima ramita para que corrieras como loquillo tras ella, a menos de una semana de la ultima vez que te pusiste a jugar conmigo a que te atrapara, recuerdo lo feliz que eras jugando así.

Ahora todo eso esta nublado por el dolor de que se haya acabado tan pronto, pero sé que no siempre será así, esto que siento se ira con el tiempo, pero los buenos recuerdos se quedaran conmigo.

Fue tan poquito tiempo el que estuvimos juntos, y aun así me enseñaste tanto, me enseñaste cosas como:

– Que, si te muerden, no debes regresar la mordida si tú no eres así.

-Que eso deja de aplicar si a quien muerden es a tu amigo.

-Que no importa lo difícil que haya sido tu pasado, siempre debes ser bueno, que la nobleza de tu corazón no debe irse por los malos tiempos.

-Que, si no hay nadie con quien correr, puedes correr tu solo, que no necesitas a otros para ser feliz para ser tu.

-Que a veces la gente no te querrá, o te tendrá miedo y que en esos momentos tu solo debes acércate y demostrarles que no deben tenerlo.

Y pues tus cosas las que dejaste, tarde o temprano se acabaran o terminaran yéndose amigo, pero te quedas, te quedas en las fotos y videos que te tome, te quedas en mis recuerdos, y los de tanta gente que te conoció y lloro tu partida. La misma gente que sorprendiste con tu recuperación, y la nobleza de tu corazón.

Gracias por haber sido ese perro que siempre quise, desde niño, mi perrito lobo, mi perrito noble, mi perrito super obediente, mi perrito feliz.

Nunca supe tu pasado Zar, no se que paso desde que naciste hasta aquel día que te encontré caminando frente a mi carro, no sé que cosas recordabas por las noches que te asustaban tanto, pero se que dejaste eso atrás y fuiste feliz, corriste, hiciste amigos, mordiste cosas, se que gente que te quizo de verdad te acaricio, aprecio y apapacho, se que me acompañaste como el mejor perro qué pude tener, estoy seguro de que ya no debes llorar al dormir pequeño, ya nadie te hará daño, te lo prometo. Ahora solo corre feliz como tantas veces hiciste, corre y encuentra a tu amigo Champy.